Sobre Convergencias
Texto de Sandra Basurto Hernández
Todo son conexiones. Encuentros. Estamos unidos de alguna manera a través de líneas invisibles que van delineando la forma de nuestro destino. Cada uno de nosotros tiene una historia en la que hay un cruce con otro, con otros, y con forme vamos tomando decisiones se va generando el rumbo que construye nuestro mapa personal formando o deformando a un todo que aún no podemos identificar.
Dice la filosofía zen que todos somos uno y que lo que hace uno, afecta a todos. El mito del hilo rojo de Japón habla sobre la unión entre dos personas destinadas a encontrarse atados por el dedo meñique no importando la lejanía en que se encuentre cada uno. Los budistas hablan sobre que todos pertenecemos a una sola realidad. Los mayas explicaban que todos somos parte integral de un único organismo gigante. La ciencia explica a través de la teoría del entrelazamiento cuántico, cómo las partículas pueden mantenerse comunicadas aún antes de saberse unidas, estando dentro de un sistema único en el que son parte de un todo. Así, desde varias perspectivas se habla sobre que en el universo hay Convergencias que forman un todo invisible mayor, que además se configura con nuestra historia personal y la conexión con el otro.
Reflexionando sobre esta idea, Noemí Hernández hace visibles esas líneas imaginarias que componen el mundo a partir del número de oro. De esta manera, a través de lo abstracto geométrico, Noemí codifica la impresión de las Luces de la ciudad que vierte sobre diversos soportes, exaltando el fulgor de sus tonos y los colores encendidos; plasmando cinemáticamente sus frecuencias y vibraciones resueltos con trazos rápidos y gruesos, centelleado gracias a la transparencia de la resina.
Reproduciendo lo que es invisible, como dijo Paul Klee, al determinar una de las funciones del arte abstracto, Noemí crea un par de imágenes sobre la Procrastinación, concibiendo la esencia de la inactividad con formas redondas que aparentemente pesan y trepidan sobre las páginas de un libro en el que están escritas palabras que denotan acciones postergadas para el mañana infinito.
Mediante círculos representa la continuidad y los ciclos. Sus geometrías orgánicas sobre hoja de oro, son figuras geométricas que se trasponen configurando a su vez otras formas que se acomodan a una estructura mayor; así como se observan los procesos biológicos vistos desde un microscopio, la artista va construyendo bloques delineados con delgadas líneas que ordenan un rompecabezas mostrando que cada pieza es parte de un todo.
En su serie Posibilidades realiza cortes de triángulos y líneas ajustadas a un diseño redondo. Al observarse, esos vacíos son caminos, opciones y decisiones abandonados pero que al final toman forma. El resultado es un esquema con diferentes cruces, así como se mira la variedad de líneas de una mano, que según la quiromancia, contiene diversos destinos marcados cumplidos o por cumplir.
De la misma manera crea Conexiones y construcciones geométricas, formando un entramado con líneas rectas, círculos y triángulos que se tocan entre sí, representando la sincronicidad y las coincidencias; exhibiendo la dualidad a través del blanco/beige y del negro que usa en toda la serie. Esas figuras entrecruzadas son lo bueno, lo malo, lo positivo, lo negativo, ambos conviviendo en un espacio en una sola figura con una perfección matemática que, pese a los contrarios manifestados, encuentran el equilibrio gracias a la divina proporción.
Así, a través de la geometría, Noemí mapea los encuentros, delinea las coincidencias, atrapa las impresiones de sensaciones y sus huellas; traza, pinta, dibuja y mancha su ligera presencia evidenciando la perfección matemática que nos rodea. Todas las cosas son números determinó Pitágoras. La pintora adoptó esa realidad y converge con el infinito gracias a su trabajo con el número de oro.